El municipio de Campoo de Enmedio fue uno de los Ayuntamientos del sur de Cantabruia más perjudicados ayer domingo, debido al deshielo provocado por la persistente lluvia caída desde primeras horas de la mañana. Uno de los pueblos más perjudicados fue Requejo, lugar de confluencia de los tres ríos Ebro, Híjar e Izarilla. Varias casas de la calle de La Riguera se inundaron por la crecida del agua antes de entrar al Embalse del Ebro. A media tarde bajó el nivel de agua, pero con la intranquilidad de que la lluvia no cesó en toda la jornada. Casas, garages, corrales y dos naves ganaderas se vieron afectadas entre 15 y 40 centímetros de altura, según explica el concejal de Obras del municipio, Moisés Balbás.
El trabajo para el edil fue duro ya que debió atender a varias localidades afectadas además de Requejo, como los pueblos de Cervatos, Cañeda, Aradillos, Fontecha y Nestares. El pueblo de Cañeda sufrió serias inundaciones, al caer el agua del acueducto de la Autovía de Reinosa a Santander, cayendo sobre el arroyo que se vio desbordado en la plaza de la bolera.. En el barrio de Las Acacias de Nestares al agua caído se une el mal estado de la urbanización. En los casos de Fresno, Fontecha y Aradillos el problema se ha endurecido porque se está arreglando la carretera que ha arrastrado los materiales a las alcantarillas.
La complicación de ayer en Campoo fue debida a la llegada desde la madrugada del domingo el agua a la comarca, después de tres días de nieve. La nieve de estos últimos días cayó con frío y con grandes placas de hielo, que después al venir el agua deshizo el hielo y arrastró placas de hielo que tapó arquetas, alcantarillas haciendo tapones en los desagues conllevando las distintas inundaciones.
En Reinosa pasamos de pisar nieve el sábado, a coger las catiuscas para caminar por la ciudad. La crecida llamó la atención en torno a los Puentucos, Campo Colorado y Vista Alegre, con inudaciones en el parque del Campo Colorado y en algunos bajos de viviendas adyacentes. En el municipio de Campoo de Suso la crecida del río causó inundaciones en la carretera de Reinosa a Alto Campoo que complicó la circulación, inundando algunas viviendas próximas al río Ebro.
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