Hoy miércoles, 21 de abril, ha tenido lugar en Madrid la incineración de Pilar Gutiérrez y de su esposo Emilio Molina, descansando sus cuerpos en el madrileño cementerio de San Isidro. En EL MUNDO CANTABRIA aparece una amplia crónicaque merece la pena que ojees, siendo el único periódico que se hace eco de la noticia.
Te ofrecemos una amplia crónica de lo sucedido, gracias a la atención dispensada por su tío (Sebastián Gutiérrez) y por los primos de Pilar Gutiérrez, joven madrileña pero con descendencia campurriana por rama paterna, que tratan de recuperarse del varapalo que para ellos ha supuesto la noticia del fallecimiento de Pilar y su esposo Emilio Molina, cuando ambos perdían la vida en la localidad marroquí de Asilah. Para esta conocida familia de reposteros de Reinosa, Confitería Pastelería Avenida, la noticia ha sido dramática por lo inesperado de la misma.
Declara esta familia al MUNDO CANTABRIA cómo recibieron la noticia y lo mal que lo están llevando tío, primos y amigos y vecinos de Reinosa y Nestares, con los que esta familia entablaba amistad.
Destacan la sencillez y cualidades humanas de Pilar, joven que caló hondo entre sus seres más allegados y amigos de la comarca. “Todavía no hemos asimilado las consecuencias de tan dramática noticia, esto no nos puede estar pasando”, explicaron.
Pilar frecuentaba la comarca en época vacacional al retornar con sus padres y hermanos a Nestares, lugar donde residía y sentía el pueblo como una campurriana más, e incluso ahora, que desde hace doce años habían adquirido esta casita en Asilah, no dudaban Emilio y Pilar en pasar unos días en la comarca campurriana.
Los familiares más allegados de Pilar conocían de la propiedad del matrimonio de esa casa en Asilah, localidad residencial y muy tranquila del norte de Marruecos, que en los últimos años se ha convertido en un destino vacacional muy frecuentado por españoles y en la que han adquirido muchos españoles allí su vivienda, como segunda residencia para pasar temporadas.
La última información que la familia reinosana tenía la tarde del domingo era que, su prima Isabel se había desplazado a Asilah, a 45 kilómetros de Tánger, para el reconocimiento de los cadáveres de su hermana y cuñado.
La familia recibió la triste noticia el viernes y, 72 horas después, continuaban conmocionadas por el dolor que para ellos ha supuesto tan importante pérdida. La última vez que se vio a Pilar y Emilio en Reinosa, fue hace mes y medio para el entierro de su tía Concepción Gutiérrez.
Los hechos se desarrollaron la noche del pasado jueves cuando un hombre de unos treinta años de edad según fuentes policiales, puso fin a la vida de Pilar y de su esposo asesinados mientras dormían, llevándose posteriormente de su vivienda dinero, enseres y un vehículo sustraído que permitió detener al presunto autor de los hechos.
La joven no había nacido en la comarca, pero su vínculo procedía de su padre que era uno de los cinco hermanos de una conocida familia del pueblo de Nestares, que se trasladó a Madrid para formar allí familia. El matrimonio deja una hija menor de edad.
Pilar Gutiérrez encontró la muerte a los 48 años de edad, y aunque no tenía trabajo continuo en el Ayuntamiento de Madrid, era contratada como trabajadora social. Su marido era un empresario madrileño. Primero por vínculos familiares, y después por el cariño que sentía por la tierra campurriana frecuentaba Reinosa, afincándose en una casa en el Campo Colorado.
Ambos fueron asesinados mientras pasaban unos días de descanso en la casa que ambos habían adquirido en la localidad marroquí de Asilah y que estaban arreglando.
Los familiares de Pilar G. conocían de la propiedad del matrimonio de esa casa en Asilah, localidad residencial y muy tranquila del norte de Marruecos, que en los últimos años se ha convertido en un destino vacacional muy frecuentado por españoles, que han adquirido allí viviendas de segunda residencia para pasar temporadas.
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