Fernando Fuentes y Juan Carlos Martínez delegados comarcales de CC.OO y UGT Campoo hacían una valoración positiva de la jornada, gracias al apoyo recibido por los trabajadores de las grandes empresas campurrianas que respondieron unánimemente al llamamiento de huelga (Gerdau-Sidenor, Gamesa-Cantarey y Cementos Alfa); sin embargo, Cuétara y Columbia tuvieron una incidencia del 50%.
Hablando de los derechos a la huelga y al trabajo explicaron los sindicalistas, después de una concentración en el parque de Cupido a las 10 de la mañana, un piquete informativo invitó al cierre de Supermercados Lupa, un edificio en construcción, oficina de Correos, supermercado El Árbol, un comercio de telefonía móvil y Mercadona.
El piquete informativo se encontró con la negativa de cierre de la cafetería El Ebro, su gerente desatendió las razones de la huelga esgrimidas por los sindicalistas, manteniendo abiertas las puertas de su establecimiento.
El alcalde de Reinosa cifró en un 20 por ciento la ausencia de trabajadores a sus puestos de trabajo, misma cantidad que en algunos otros Ayuntamientos del sur de Cantabria, aunque en algunos trabajaron al 100 por ciento. Funcionaron con mínimos los centros sanitarios, sin embargo.
Fue masiva la asistencia de profesores al IES Montesclaros y otros centros escolares de Reinosa y su comarca. El comercio secundó al cien por cien la huelga en Reinosa y otros municipios del sur de Cantabria, aunque muchos de estos empresarios aludieron a la obligación al cierre.
Entre las incidencias más significativas, los bancos de Santander y Banesto se encontraron por la mañana de ayer con un clavo colocado en la puerta de sus negocios.
La cafetería El Ebro abrió hoy sus puertas.
Javier Ruiz Serna, propietario de la cafetería El Ebro, capeó al piquete informativo que durante hora y media entorpeció el normal funcionamiento de este tradicional negocio hostelero de Reinosa. Declaró el empresario al MUNDO CANTABRIA que el comportamiento de los mismos fue correcto, pero tenso cuando algunos de sus clientes apelaron a consumir con normalidad en el local. La Guardia Civil cumplió con su función evitando incidentes mayores que afortunadamente no llegaron.
Ruiz Serna ejerció su derecho a trabajar, porque es esta huelga me parece un lavado de cara de alguien, que no es en defensa de nadie, sino de los propios sindicatos.
No estoy de acuerdo con la política económica del gobierno, ni con esta huelga general, ni con la cantidad de prebendas de muchos, ni de acuerdo que no se deje trabajar a la gente, cuando yo si entiendo a la gente que no quiere trabajar.
Creo que la gente ha decidido evitar la posibilidad del conflicto, tomándose la jornada de cierre por miedo.
Para los autónomos y un sector de los trabajadores “ha sido una huelga obligada”, luego hay otros trabajadores de acuerdo con la misma y me parece bien que la hagan, pero “deseo que ellos entiendan que nos dejen decidir por nosotros mismos”. Si hubiera llegado a ser un conflicto que únicamente afectase a Reinosa, “no hubiese abierto las puertas”.
Agradece Ruiz Serna el respaldo recibido de su clientela habitual y ocasional durante toda la jornada, sintiéndose querido y valorado por aquellos que han pensado que era “una huelga obligada”.
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