Durante toda la jornada de ayer, en Madrid, se celebró el VI Congreso Mujer y Parlamento, organizado por FEMUR, Federación de la Mujer Rural, y que reunió a más de 250 mujeres en el Senado. La representación cántabra estuvo formada por veintidós mujeres campurrianas, que bajo la dirección de Angelines Balbás, participaron en las diferentes mesas de trabajo y coloquios que tuvieron lugar.
En una jornada inaugurada por Juan José Lucas, Vicepresidente del Senado, muchos fueron los ponentes que participaron y que abordaron la problemática de la mujer rural, haciendo hincapié en esta VI edición en la pobreza, la igualdad y la conciliación de la vida laboral, sobre todo de las mujeres que desempeñan labores agrícolas o ganaderas. Juan José Lucas quiso condenar la violencia que cada día se sigue produciendo y que es una de las peores lacras de nuestra sociedad, guardando un minuto de silencio en honor a la última mujer maltratada.
Juana Borrego, presidenta de FEMUR, recordó a las asistentes, llegadas de todos los puntos de la geografía españolas tales como Extremadura, Castilla León, Andalucía, entre otros, que es muy importante que las mujeres rurales sigan luchando contra la exclusión y reivindicando sus derechos, tales como la seguridad social, o los mismos reconocimientos a todos los niveles cuando su trabajo es en el campo, algo que se está intentando con un proyecto de ley aprobado el pasado viernes, al que según Juana Borrego, aún le falta mucho que mejorar.
FEMUR creada en 1991, representa a alrededor de 300.000 mujeres rurales de toda España, fomentando la incorporación de la mujer en el ámbito laboral, mediante la formación para el empleo y la creación de autoempleo. Además ofrece asistencia en los casos de pobreza extrema o en situaciones de maltrato.
Los ponentes estaban de acuerdo en la importancia de la mujer en la sociedad, y como es quien más sufre las consecuencias del paro o de la exclusión. “La pobreza tiene nombre de mujer” dijo alguno de los ponentes.
Uno de los que más expectación suscitó entre las asistentes tanto por su edad, cerca de 90 años, como por la elocuencia de su discurso fue el Padre Garralda, que dejó varias frases que marcaron a las asistentes, “La pobreza es triste, pero la marginación es trágica” fue una de sus pinceladas. El Padre Garralda, que lleva más de treinta y dos años trabajando con los más desfavorecidos a través de su fundación, resaltó que los marginados, la mayoría de las veces son orihundos del ambiente rural, a los que la vida no ha tratado especialmente bien, por lo que el ambiente rural es el que también les puede ayudar a superar esas situaciones extremas en las que viven.
Durante el VI Congreso de Mujer y Parlamento, se casaron conclusiones como que la mujer rural debe de seguir reeducando a su entorno, potenciando su autoestima, evitando los riesgos laborales, algo que en ámbito rural no se hace demasiado, además de reforzar los valores, que darán un máximo respeto a la mujer en el futuro.
Incorporar en su vida cotidiana las nuevas tecnologías, las redes sociales y todos los avances que se van produciendo fue otra de las recomendaciones que se les dio a las asistentes, incluidas las veintidós campurrianas.
Tras el Congreso, y después de haber comido y haber conocido el edificio de Senado, todas las asistentes disfrutaron de tiempo libre, algo que la mayoría de las campurrianas aprovechó para hacer turismo por la capital de España, conociendo varios lugares emblemáticos de la capital de España, como la Catedral de la Almudena, y no quisieron regresar a la comarca campurriana sin visitar el Campamento de los indignados, en Sol y produjo muchos sentimientos enfrentados entre las mujeres campurrianas, que acudieron a Madrid representando a Cantabria y de esa forma, de alguna manera hacer valer su voz, que es en definitiva la de todas la mujeres campurrianas.
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