jueves, 1 de septiembre de 2011

El puente de Orzales se abrirá en octubre, tras tres años de obras.

Tras más de tres años en obras, el puente de Orzales sobre el Pantano del Ebro se abrirá al tráfico en octubre. Una impresionante infraestructura de cinco pilares que unirá las dos orillas del pantano dando acceso al pueblo que lleva su nombre y a la península de la Lastra. El puente ha supuesto 5 millones de euros y se está a la espera de conocer los resultados de las pruebas de carga -realizadas hace unos días- para inaugurarlo.

Según informó Confederación Hidrográfica del Ebro, durante este mes de septiembre se analizarán los resultados de carga para comprobar que la infraestructura resiste y certificar la buena ejecución del mismo.

Asimismo, quedan pendientes de terminar algunos remates en barandillas y otros elementos estéticos y de seguridad, así como la clausura definitiva del puente viejo, que ya se había cerrado al tráfico en 2006, al no ser apto para soportar el tránsito de vehículos. Su finalización ha sido muy reclamada desde Campoo de Yuso y bien recibida en Orzales.

Los retrasos en la construcción de esta infraestructura y la elevada cuantía de la inversión estatal (5 millones de euros) en el puente han sido objeto de debate por parte de algunos colectivos ecologistas en Campoo, que cuestionaban su rentabilidad social en función de la población a la que daría servicio, sobre todo en estos momentos de crisis.

Cabe recordar que el puente dará servicio a Orzales, una pequeña pedanía campurriana con una población reducida y a la península de La Lastra, donde se alberga el abandonado Compleo Ambiental que cerró sus puertas en 2005 y que ha sido fuente frecuente de noticias por el expolio de todos sus bienes. Un delito que sigue perpetrándose hoy en día, ante la pasividad de las administraciones competentes, entre la que se encuentra la desaparecida pero aún existente Fundación Alto Ebro.

Proceso constructivo.

En junio de 2009 comenzaban las obras del puente, que se diseñó inicialmente para ser inaugurado en 2010. Durante los trabajos se presentaron problemas de cimentación y se modificó el proyecto por motivos de seguridad. El puente, de 298 metros de longitud y ocho de anchura, está distribuido en seis vanos (en el proyecto inicial eran siete vanos), sobre los que discurren dos carriles de circulación de tres metros en cada sentido y dos aceras de tránsito peatonal de un metro cada una.

Los cuatro pilares centrales tienen 55 metros, mientras los dos laterales son de 39 metros. Las pilas del puente de forma hexagonal tienen un canto de 1,45 metros y un ancho de 2,65 metros, protegidas por una escollera que salvaguarda el puente de las alteraciones que puedan sufrir por oleaje y por las modificaciones del nivel de agua del embalse.

ARTÍCULO ESCRITO POR ELENA TRESGALLO.
PUBLICADO EN EL MUNDO CANTABRIA. (31/08/2011).

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