TRIBUNA LIBRE DE CARMELO HIJOSA.

¡Qué se lo llevan a Italia!

Hace tiempo defendí contra viento y marea los hornos de la cementera de Mataporquera, porque sabía que a 1.300-1.400 grados centígrados se quemaban las cubiertas, aceites, pinturas, ácidos, etc. Y sin emitir al aire CO2, dioxinas o furanos, etc. y también se eliminaban un montón de vertederos incontrolados de los pueblos del Municipio, grandes contaminantes medioambientales y sobre todo se evitaban las quemas al aire libre, con su enorme contaminación.

Hoy voy a defender con entusiasmo la ubicación en el monte Cotío (Celada Marlantes, Campoo de Enmedio), del aerogenerador V-112.3, un prototipo experimental en España, que supone una inversión de 4 millones de euros por la empresa Vestas.

Hemos buscado vías de acceso y al final sólo hemos encontrado una, que pasa cerca de La Rabas, pero fuera de su Zona de Protección, por Celada, aclarar que Las Rabas están en Cervatos.

Todo son trabas, zancadillas, alegaciones…y yo me pregunto qué quieren los ecologistas, pues creía que su objetivo final es o era defender el Planeta, luchando por las energías limpias, infinitas, próximas y locales, las energías del aire, del sol, del agua, etc., para ir eliminando progresivamente las energías fósiles, sucias, finitas y lejanas, que producen agujeros en la capa de ozono, deshielo de los casquetes polares, concentraciones de efecto invernadero, degradación de la tierra fértil, en fin, CO2, dioxinas, furanos, muerte y desolación.

Ahora necesitamos urgentemente DESARROLLO, sí, desarrollo eólico, marino solar, equitativo, sostenible, demócrata, ecológico, solidario y pacífico, para ‘los sin poder ni dinero’, para los ciudadanos de Campoo y Cantabria, o esto u otro planeta como cubo de basura, pues en este no caben.

Necesitamos cadenas de producción cercanas, locales que generen ingresos y empleos aquí, un crecimiento renovable, no autodestructor. Cada vez que veo mi Municipio alucino con sus 150 -200 torres eléctricas, un bosque de hierros y cables de alta, media y baja tensión, con miles y miles voltios sobre nuestras cabezas, con sus campos magnéticos, con su central eléctrica a 59 pasos de mi cocina. Los tenemos ahí encima, en todas partes, contaminando de todas las formas posibles y no pasa nada.

Al menos el aerogenerador de Cotío está lejos, menos visible y sin cables. Si analizamos la cuestión práctica, económica y positiva, no hay color; por las torres y cables (postes y palomillas), ahora tasa de ocupación por suelo, subsuelo y vuelo ingresamos unos 24.000 euros, mientras que por un sólo aerogenerador, el V112.3, ingresaríamos sólo por licencia de obras 139.000 euros, sin contar los ingresos de producción y otros conceptos, las Juntas y los Concejos también tendrán una importante fuente de ingresos.

Campoo tiene dos grandes motores, Sidenor y Gamesa, y otras empresas auxiliares que se benefician, aquí se pueden fabricar los molinos completos, todos sus elementos, tenemos capacidad y sobre todo necesidad. Ya están haciendo ejes, motores y cadenas parra la sujeción de las boyas marinas. Podemos pasar de dos relevos a tres o cuatro, o bajar a uno. Es lo que yo veo.

Las Rabas, la Poza, Peña Cutral, San Mamés, la Vía Romana, no corren peligro alguno, así lo demuestra el Informe de Impacto sobre el Patrimonio Cultural, que sólo contempla medidas preventivas ordinarias, recomendaciones, seguimiento y control arqueológico. Se han hecho 90 catas en las que no se ha obtenido ningún resultado. Biodiversidad ve esta vía de acceso como la más idónea.

Si es importante informar, debatir y planificar para preservar nuestro patrimonio, pero haciendo esto, es más importante el futuro de esta comarca y sus gentes. Esta tierra también necesita órdagos, necesita coraje y determinación, fuera complejos, simplezas, pusilanimerías y actitudes retrógradas y trasnochadas.

El Consejero Marcano tiene la palabra, o las Ruinas Arqueológicas, que no corren ningún peligro, o la Ruina de Campoo. Veremos si el Consejero opta por su seguridad jurídica en vez de por el interés de esta Comarca. Por los intereses comunes hay que desprenderse de los particulares. No podemos permitir que el proyecto se lo lleve el viento a Italia, eso nunca. El viento se lleva algo más que palabras, se nos puede ir la prosperidad y los puestos de trabajo, tenemos que aprovecharlo a favor.