Los hermanos menesianos pierden en Haití la Casa Provincial y cuatro escuelas
En el suceso perdieron la vida dos hermanos menesianos y los daños económicos son cuantiosos. Esta congregación religiosa asentada en 1864 es la más antigua del país.
El director del colegio San José-Niño Jesús de Reinosa y toda la congregación internacional de Hermanos Menesianos se han unido al dolor de todo el pueblo haitiano, como consecuencia del terremoto que hace doce días azotó Haití. Particularmente, esta orden educativa tiene especiales razones para unirse a este sufrimiento, explica Juan Carlos García Rosa, “en este momento de insoportable sufrimiento, nos unimos especialmente a todos los Hermanos Menesianos de Haití, junto con las familias y alumnos de nuestros colegios que han sufrido cualquier tipo de consecuencia”.
Los menesianos en Haití es la congregación religiosa más antigua de este país, “porque estamos allí desde 1864, luego fueron llegando los Salesianos, las Hijas de la Caridad, los Redentoristas y La Salle”. García explica como la implicación en este país era muy importante, dedicados fundamentalmente a Educación y Sanidad, siendo para ellos un fuerte varapalo que ha dejado asolada esta comunidad religiosa.
Pero, además, “hemos sido responsables de su educación durante muchísimos años, y en estos momentos, la única editorial que hace los libros de textos para todos los colegios y asignaturas de Haití la llevábamos nosotros”.
Las secuelas de este desastre natural han sido tremendas, ya que en Puerto Príncipe epicentro del terremoto, “los hermanos teníamos cuatro colegios cayendo todos, y, además, ahí teníamos la Casa Provincial de los hermanos menesianos que era representativa en el país, donde estaba el noviciado, juniorado y la biblioteca nacional histórica, porque aunque es pública, estaba regentada y coordinada por nuestros hermanos”.
Con la llegada de los hermanos a Haití ayudaron en la reconstrucción del país después de la independencia de Francia, con trabajos en la documentación, elaboración de archivos y de bibliotecas. En la actualidad y en las escuelas que quedan en pie, “tenemos acogidos entre 20.000 y 30.000 haitianos que viven como unos refugiados más”. En Puerto Príncipe la orden dispone de cuatro escuelas que cayeron por el terremoto, manteniéndose el resto en mejor o peor estado. Además dos de los hermanos menesianos murieron como consecuencia del terremoto.
Desde Reinosa, desde España, los hermanos han abierto una campaña de captación de donativos, “encontrándanos a la espera de una coordinación de la congregación a nivel internacional, pero, lo cierto es que la ONG SAL ha habilitado una cuenta, cuyas aportaciones remitiremos a la administración general”. Sobre el destino definitivo del dinero, Juan Carlos García piensa que pudiera tener dos posibilidades: “deberíamos invertir una parte en rehabilitar nuestros colegios porque son nuestros, teniendo además en cuenta el servicio que damos; pero no estamos cerrados a dedicar parte del dinero a otras infraestructuras básicas de las que ahora mismo carece el país”.
Tampoco hemos querido cerrar la colaboración a nuestras familias menesianas, de ahí que puedan aportar su donativo a través de nuestra ONG “SAL”, o a través de otras Cáritas, Cruz Roja o cualquier otra ONG acreditada, concluye. Ese terremoto ha hecho daño económico y además temblar las estructuras sociales y la gente se siente impotente sin esperanza de salir adelante.
El Colegio San José-Niño Jesús, través de su ONG SAL se une a todo el pueblo haitiano en estos momentos difíciles, han pasado doce días y hay que reconstruir las instalaciones menesianas y cubrir infinitas necesidades. Juan Carlos García Rosa anima a la colaboración de reinosanos, cántabros y, sobre todo, a los padres de alumnos de colegios: invitándolos a colaborar con sus aportaciones en organismos oficiales conocidos como Cáritas y Cruz Roja, o si lo desean, a través de los Hermanos ingresando sus donaciones en la cuenta ONG-SAL: 2095-0086-20-9024962937, indicando “Solidaridad Haití”, o en la Recepción-Secretaría donde Mari Paz habilitará una hucha donde recoger donaciones. En estos momentos difíciles, nos explica el director del colegio reinosano, “los Hermanos nos sentimos especialmente cercanos a las familias afectadas por lo que ha sucedido a nuestros Hermanos de la Casa La Mennais y a las demás Comunidades”. Desde que el 13 de mayo de 1864 llegaran a Haití los primeros cuatro Hermanos Menesianos enviados por el Hermano Cipriano, Primer Superior General, hasta que el martes 12 de enero de 2010, fecha del referido terremoto, “conseguimos implantarnos en diferentes regiones del país, concretamente los Hermanos de Haití dirigíamos 11 Escuelas y Colegios donde incluso los libros utilizados eran compuestos e impresos por los propios Hermanos”. Durante todos estos años por las instalaciones menesianas han pasado veinte educadores de procedencia española.
En el suceso perdieron la vida dos hermanos menesianos y los daños económicos son cuantiosos. Esta congregación religiosa asentada en 1864 es la más antigua del país.
El director del colegio San José-Niño Jesús de Reinosa y toda la congregación internacional de Hermanos Menesianos se han unido al dolor de todo el pueblo haitiano, como consecuencia del terremoto que hace doce días azotó Haití. Particularmente, esta orden educativa tiene especiales razones para unirse a este sufrimiento, explica Juan Carlos García Rosa, “en este momento de insoportable sufrimiento, nos unimos especialmente a todos los Hermanos Menesianos de Haití, junto con las familias y alumnos de nuestros colegios que han sufrido cualquier tipo de consecuencia”.
Los menesianos en Haití es la congregación religiosa más antigua de este país, “porque estamos allí desde 1864, luego fueron llegando los Salesianos, las Hijas de la Caridad, los Redentoristas y La Salle”. García explica como la implicación en este país era muy importante, dedicados fundamentalmente a Educación y Sanidad, siendo para ellos un fuerte varapalo que ha dejado asolada esta comunidad religiosa.
Pero, además, “hemos sido responsables de su educación durante muchísimos años, y en estos momentos, la única editorial que hace los libros de textos para todos los colegios y asignaturas de Haití la llevábamos nosotros”.
Las secuelas de este desastre natural han sido tremendas, ya que en Puerto Príncipe epicentro del terremoto, “los hermanos teníamos cuatro colegios cayendo todos, y, además, ahí teníamos la Casa Provincial de los hermanos menesianos que era representativa en el país, donde estaba el noviciado, juniorado y la biblioteca nacional histórica, porque aunque es pública, estaba regentada y coordinada por nuestros hermanos”.
Con la llegada de los hermanos a Haití ayudaron en la reconstrucción del país después de la independencia de Francia, con trabajos en la documentación, elaboración de archivos y de bibliotecas. En la actualidad y en las escuelas que quedan en pie, “tenemos acogidos entre 20.000 y 30.000 haitianos que viven como unos refugiados más”. En Puerto Príncipe la orden dispone de cuatro escuelas que cayeron por el terremoto, manteniéndose el resto en mejor o peor estado. Además dos de los hermanos menesianos murieron como consecuencia del terremoto.
Desde Reinosa, desde España, los hermanos han abierto una campaña de captación de donativos, “encontrándanos a la espera de una coordinación de la congregación a nivel internacional, pero, lo cierto es que la ONG SAL ha habilitado una cuenta, cuyas aportaciones remitiremos a la administración general”. Sobre el destino definitivo del dinero, Juan Carlos García piensa que pudiera tener dos posibilidades: “deberíamos invertir una parte en rehabilitar nuestros colegios porque son nuestros, teniendo además en cuenta el servicio que damos; pero no estamos cerrados a dedicar parte del dinero a otras infraestructuras básicas de las que ahora mismo carece el país”.
Tampoco hemos querido cerrar la colaboración a nuestras familias menesianas, de ahí que puedan aportar su donativo a través de nuestra ONG “SAL”, o a través de otras Cáritas, Cruz Roja o cualquier otra ONG acreditada, concluye. Ese terremoto ha hecho daño económico y además temblar las estructuras sociales y la gente se siente impotente sin esperanza de salir adelante.
El Colegio San José-Niño Jesús, través de su ONG SAL se une a todo el pueblo haitiano en estos momentos difíciles, han pasado doce días y hay que reconstruir las instalaciones menesianas y cubrir infinitas necesidades. Juan Carlos García Rosa anima a la colaboración de reinosanos, cántabros y, sobre todo, a los padres de alumnos de colegios: invitándolos a colaborar con sus aportaciones en organismos oficiales conocidos como Cáritas y Cruz Roja, o si lo desean, a través de los Hermanos ingresando sus donaciones en la cuenta ONG-SAL: 2095-0086-20-9024962937, indicando “Solidaridad Haití”, o en la Recepción-Secretaría donde Mari Paz habilitará una hucha donde recoger donaciones. En estos momentos difíciles, nos explica el director del colegio reinosano, “los Hermanos nos sentimos especialmente cercanos a las familias afectadas por lo que ha sucedido a nuestros Hermanos de la Casa La Mennais y a las demás Comunidades”. Desde que el 13 de mayo de 1864 llegaran a Haití los primeros cuatro Hermanos Menesianos enviados por el Hermano Cipriano, Primer Superior General, hasta que el martes 12 de enero de 2010, fecha del referido terremoto, “conseguimos implantarnos en diferentes regiones del país, concretamente los Hermanos de Haití dirigíamos 11 Escuelas y Colegios donde incluso los libros utilizados eran compuestos e impresos por los propios Hermanos”. Durante todos estos años por las instalaciones menesianas han pasado veinte educadores de procedencia española.
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