Vecinos de Requejo claman por una solución a las inundaciones de aguas fecales en sus viviendas

Seis viviendas de la calle La Riguera de Requejo volvieron a sufrir ayer, por enésima vez, graves inundaciones de aguas fecales, sólo en el año 2010 han sufrido esta grave situación tres veces.
Dos de los vecinos de las viviendas más afectadas explotaron ayer, quejándose amargamente de los perjuicios que les está ocasionando la depuradora de Reinosa, que “cuando no tiene capacidad para desaguar todo el agua que entra en ella, retrocede entrando las aguas fecales en las viviendas donde se depositan los residuos”. Antes de construirse la depuradora a las viviendas podía entrar agua del río, pero nunca aguas fecales.
Los vecinos están descontentos con el silencio y la falta de preocupación del alcalde del municipio, Carmelo Hijosa, que conoce el problema y no ha hecho nada por solucionarlo. También se ha personado la Confederación Hidrográfica del Ebro, existiendo un proyecto que los vecinos piden que “no se quede en buenas palabras, que lo arreglen ya”. Además son conocedores de las inundaciones en la consejería de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas.
El presidente de la junta vecinal, Moisés Balbás, piensa que los vecinos son demasiado buenos, quejándose demasiado poco para el tremendo problema que tienen, porque hay que pensar que “son aguas fecales que entran y cuyos residuos se quedan depositados, es un problema de salud pública”. Moisés pide soluciones porque sino la van a tomar los vecinos, y la junta vecinal va a estar con ellos, porque tienen toda la razón del mundo para quejarse, ya que llevan ocho años sufriendo las inundaciones.
El problema es tan sencillo como lo siguiente, la depuradora tiene un rebose para cuando es incapaz de asumir el agua que entra sale por ese rebose, entonces el principal problema es que el rebose está a un nivel mas alto que las últimas viviendas del pueblo, con lo cual por la ley de vasos comunicantes, en cuanto se sube el agua más del nivel de la casa sin llegar al rebose ya comienza a brotar el agua por los desagües de las casas y por la campa de La Riguera.
Por último, los vecinos están descontentos porque “tenemos que pagar un canon por el servicio de la depuradora, mientras que ellos nos meten los residuos en casa”. Moisés Balbás concluyó afirmando que de no encontrar una solución efectiva, tendríamos que dejar de pagar el canon de la depuradora.