domingo, 22 de agosto de 2010

Arturo Queimadelos, 25 años haciendo radio en el sur de Cantabria

Fue para mí una enorme satisfacción, que el alcalde de la Hermandad de Campoo de Suso, Pedro Luis Gutiérrez, me entregara el pasado 15 de agosto un galardón en reconocimiento a los 25 años que llevo vinculado a las ondas en el sur de Cantabria. Fue el verano de 1985 cuando di mis primeros pasos en Radio Reinosa. Qué recuerdos. Era un mozalbete que ya sabía que quería dedicarse profesionalmente al periodismo.

Recuerdo con cariño aquellas primeras radios piratas que todavía no entiendo porqué se clausuraron, ya que fueron cantera de las que se nutrieron auténticos profesionales de la radio. ¿Verdad, Ana Velasco, Mon Fernández?. Verdad, Esteban, que aunque tú eres amateur, tienes cantidad de anécdotas que contarnos, quizás más que nadie.

Radio Reinosa se convirtió en el medio que tanto enganchaba a la audiencia, y en el que di mis primeros pasos. Perteneciendo a esta radio inicié mis estudios de Periodismo, y durante las vacaciones hacía prácticas. Recuerdo con mucho cariño aquel programa, Tardes de verano. Tuve toda la suerte del mundo, y agradezco el apoyo que recibí de la COPE y de José Manuel y de Maribel, que se convirtieron en mis padrinos de profesión. ¿La verdad?, de ellos aprendí lo bueno y lo malo de esta bendita profesión, en la que te sientes como un producto de usar y tirar, juguete y publicidad del político de turno.

También en el año 1987 fue un privilegio, todavía como estudiante de periodismo, mi comienzo haciendo prácticas de Periodismo en el Diario MARCA, primero siguiendo partidos de fútbol de Tercera División, y el último año como especialista de Trial.

Finalizada la carrera de Ciencias de la Información, en la Universidad Complutense de Madrid, durante el verano trabajé para el periódico ALERTA, una experiencia efímera que prefiero olvidar. Pero, es el 1 de septiembre de 1990, cuando como profesional me afinco definitivamente en Radio Popular de Reinosa, ejerciendo durante dos años hasta el cierre de la COPE. Fueron años de intenso aprendizaje, simultaneando la radio con las labores en la prensa regional (ALERTA) y en la televisión autonómica, (TELE CANTABRIA).

Los tres últimos lustros, mi labor profesional ha estado vinculado a Radio Alto Campoo, seis primeros años como colaborador del medio, y desde el año 2001, dirigiendo la emisora municipal. Por cierto, aprovecho el premio para agradecer la fidelidad de oyentes y comerciantes de una radio que se sintoniza en el 107.1 de Frecuencia Modulada.

He de reconocer que el galardón supone para mí, comprometerme a continuar trabajando, pensando siempre en la complicidad que mantengo con los oyentes de la emisora. Anuncio que cara al futuro, voy a buscar una programación que mejore nuestros contenidos de carácter regional.

Han pasado dos décadas que, retrospectivamente, están cargadas de anécdotas positivas unas, las menores, y de otras negativas que al parecer son las que más venden. Veinte años en los que siempre pongo como ejemplo, que vi morir a un buen amigo víctima de accidente de tráfico, Jesús, no te olvido. Llegué cuando la Cruz Roja intentaba recuperarte, y todavía a veces escucho el eco que decía: ¡Qué le perdemos!. ¡Qué se nos queda!.

Después, todavía con lágrimas en los ojos, me senté delante del ordenador para redactar la noticia. Pero, detrás de tu fallecimiento en la fatalidad de nuestras carreteras, he seguido informando de otros muchos accidentes de circulación injustos como el tuyo, que he cubierto en las Hoces de Bárcena, El Escudo y Pozazal, puntos negros del sur de Cantabria.

En todos estos años he informado de fallecimientos por suicidio, asesinato, robo, ajuste de cuentas, navajazos e incendios, noticias no muy frecuentes pero que también se dan en el sur de nuestra región.

Pero, sin duda, una información que me impactó y cambió mi forma de trabajar como corresponsal, fue el tan recordado atraco con rehenes al Banco de Banesto, en Reinosa. Suceso, afortunadamente con final feliz, dada la eficiente intervención de las fuerzas de seguridad y de los atracadores, que se entregaron sin causar bajas entre rehenes y personal de la entidad bancaria.

Veinte años trabajando en lo que considero periodismo de pueblo, dado el entorno rural en el que resido y desempeño mi labor, vinculando la calidad de nuestra modesta literatura con la aparición de Internet y de la fotografía digital.

Pongo de nuevo como ejemplo el atraco al Banesto, creo recordar que fue en el año 1993, para explicar la importancia que tienen las nuevas tecnologías. En aquella ocasión, para que la fotografía del atraco saliera en portada al día siguiente, después del desenlace de la noticia tuve que desplazarme a Santander en tren, revelar el carrete en el centro comercial más cercano y escribir la noticia en la redacción. Por cierto, perdí un día entero de trabajo, y encima los gastos corrieron de mi parte.

Como periodista local del sur de Cantabria, y residiendo a 75 kilómetros de Santander, pienso que la fotografía digital e Internet han salvado las distancias y acercado la información de los pequeños núcleos rurales de Cantabria a los periódicos regionales, ganando en calidad e inmediatez informativa.

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